Inés, yo con tu amor me refocilo,
y viéndome querer me regodeo;
en mirar tu hermosura me recreo,
y cuando estás celosa me reguilo.
y viéndome querer me regodeo;
en mirar tu hermosura me recreo,
y cuando estás celosa me reguilo.
Si a otro miras, de celos me aniquilo,
y tiemblo de tu gracia y tu meneo;
porque sé, Inés, que tú con un voleo
no dejarás humor ni aun para quilo.
y tiemblo de tu gracia y tu meneo;
porque sé, Inés, que tú con un voleo
no dejarás humor ni aun para quilo.
Cuando estás enojada no resuello,
cuando me das picones me refino,
cuando sales de casa no reposo;
cuando me das picones me refino,
cuando sales de casa no reposo;
y espero, Inés, que entre esto y entre aquello,
tu amor, acompañado de mi vino,
dé conmigo en la cama o en el coso.
tu amor, acompañado de mi vino,
dé conmigo en la cama o en el coso.
Sor Juana Inés de la Cruz
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